Imagen
de Michael Wedermann en Pixabay
La comunidad internacional
es la sociedad en la que vivimos que se esfuerza por poner en común aquello que
considera nos une y es importante a nivel global. Es una referencia, de ahí su
importancia, porque si falla esta referencia nos quedamos muy huérfanos.
Este párrafo que incluyo a
continuación tiene unos 50 años y es un ejercicio de humildad sobre todo para
aquellos que parece que están descubriendo la rueda continuamente.
Se trata de John Gribbin,
astrofísico doctor por la universidad de Cambridge, autor de varias
publicaciones, -siempre brillante-.
Dice:
En los últimos años se ha
avanzado mucho en el concepto de “planeta-tierra”, con unos recursos limitados
y una delgada capa de atmósfera y océanos, la biosfera. La situación empieza a
ser preocupante porque las limitadas dimensiones de la biosfera la hacen
vulnerable a la contaminación y por un consumo indiscriminado puede provocar el
agotamiento de los ya escasos recursos naturales. Todo ello puede acarrear el
fin de nuestra sociedad. Pero el hombre y sus obras no son demasiado
importantes para el planeta Tierra sea tal y como se conoce hoy en día aun
están en acción, cambiando incesantemente la faz de la Tierra y la naturaleza
de la biosfera de la cual depende el hombre para subsistir.
Seguimos viajando y
contaminando como si no hubiera un mañana, es una sensación de necesidad
colectiva como si intuyéramos precisamente eso, y es que así el mañana va a ser
muy complicado.
Con respecto a los juegos
olímpicos y superando las admiraciones de algunos comunicadores sobre la
monumentalidad de Paris, que confunden el descubrimiento personal con la
calidad, seguridad, espíritu y nivel del espectáculo deportivo, pues hay muchas
cosas criticables y algunas no tienen un pase.
La presentación, aunque
fuera de un estadio, nada que no pudiera superar “la Fura” de hace casi 32 años.
Primero, tras la decisión
unilateral de Francia de que no participara todo el planeta en los juegos.
Cualquier medalla, diploma y reconocimiento que se gana ya se ha devaluado, -es
como el mercado de la bolsa-. Nos pueden explicar porque Israel si y Rusia no.
Segundo, el Sena un gran rio
cloaca, según algunos análisis en los que se permitió participar disciplinas
deportivas (Triatlon) en las que previamente se había dicho que tenían lugares
con garantía sanitaria alternativos, so si se han gastado cerca de 1400
millones de euros desde hace más de diez años. Como es posible que se permita
participar en esta disciplina, señalizando presencia de e-coli y posterior
contagio, alguien se imagina esto en Marruecos o en cualquier país africano. Y
tomar la decisión una vez conocida la presencia de esta bacteria de retrasar la
prueba en vez de poner en marcha el lugar alternativo, que creerán estos
responsables que es la preparación de una prueba al máximo nivel olímpico.
Que decir del espíritu
olímpico, lo podemos resumir en alcanzar la medalla, todo lo demás es anecdótico
y pasa sin pena ni gloria. Pero estamos subidos en este lado del mundo y la
misma inoperancia de la comunidad internacional para algunas cosas sigue
ocurriendo, claro que las consecuencias de unas y otras son muy distintas. Que
podemos pensar cuando hablan de la ambición sin límites (Carlos Alcaraz),
cuando las expectativas a las que te empujan los medios y por contagio las
propias te hacen tenerlo todo en una actividad de competición continua, sin
límite y exigencia condenada al fracaso (Carolina Marin), porque siempre habrá
alguien detrás que acabará siendo mejor que tú. Donde está el espíritu
olímpico. Hasta morir de lastima en la pista.
Ya hablamos del boxeo como
deporte olímpico y os recordamos el enlace de otro artículo ¿es el boxeo un
deporte? que hablaba de esto https://www.wma.net/es/policies-post/declaracion-de-la-amm-sobre-el-boxeo/
.Si
encontráis alguna coincidencia con el espíritu olímpico voilà.
No todo fue negativo, el
hecho de que no ocurrieran atentados tiene mucho y no poco mérito. Pero cada
cosa en su sitio.
En Palestina siguen muriendo
decenas de personas diarias y generando un sufrimiento qué no se entiende su
fin último. Todos los vivos próximos a estos muertos, los sobrevivientes que
queden tendrán que hacer su duelo, un duelo de muchos años que en muchos casos
no podrán concluir. Israel puede que no lo sepa, pero esta “siembra” queda ahí.
Jamás conseguirá lo que pretende.
csl