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El horóscopo es un sistema de creencias que se basa en la astrología, que es una pseudociencia que sostiene que la posición y movimiento de los astros, como planetas y estrellas, en el momento del nacimiento de una persona pueden influir en su personalidad, comportamiento y destino. El horóscopo se crea mediante la interpretación de la posición relativa de los astros en el cielo en ese momento y se utiliza para hacer predicciones y análisis de la personalidad de las personas según su signo zodiacal.
La precesión de los equinoccios es un fenómeno astronómico real y científicamente comprobado que afecta a la posición aparente de las estrellas y los signos del zodiaco. La Tierra no es una esfera perfectamente simétrica y su eje de rotación no es constante; en cambio, experimenta un lento movimiento de precesión que causa que su eje de rotación describa un cono a lo largo de un período de aproximadamente 26.000 años. Este movimiento causa un cambio gradual en la orientación de la Tierra en relación con las estrellas fijas.
La Tierra como todos los planetas, se comporta como un giróscopo que gira alrededor de la línea de los polos. El movimiento de precesión del eje de la tierra produce un movimiento en el ecuador terrestre que provoca un desplazamiento de los puntos de corte del Ecuador celeste y la Eclíptica (Aries y Libra). Dichos puntos se desplazan 25 segundos de arco al año, lo que supone que al cabo de los años las constelaciones del zodiaco cambian, por tanto, los efectos que defienden la astrología sobre la personalidad, comportamiento y destino han cambiado.
El impacto de la precesión de los equinoccios en la astrología es importante. A medida que la Tierra precesiona, la posición de los equinoccios (los momentos en que el Sol cruza el ecuador celeste) cambia en relación con las constelaciones del zodiaco. Esto significa que la fecha en la que el Sol entra en una constelación específica ya no coincide con las fechas tradicionales de los signos zodiacales utilizados en la astrología.
Por ejemplo, cuando se originó la astrología hace miles de años, el equinoccio de primavera o equinoccio vernal ocurría en la constelación de Aries. Sin embargo, debido a la precesión de los equinoccios, en la actualidad, el equinoccio de primavera ocurre en la constelación de Piscis y pronto se moverá hacia la de Acuario. Esto significa que, desde una perspectiva astronómica, la asignación de signos zodiacales en la astrología es inexacta y no tiene base científica.
Este mismo fenómeno hará que, aunque ahora la referencia del norte en la esfera celeste sea la estrella polar, dentro de 10.000 años será Deneb y dentro de 13.000 años será Vega.
Resumiendo, la astrología se basa en creencias y tradiciones antiguas que no están respaldadas por la ciencia moderna. La precesión de los equinoccios es un fenómeno astronómico real que afecta la posición aparente de las estrellas en el cielo y ha invalidado la correlación entre las fechas tradicionales de los signos zodiacales y las constelaciones en las que se supone que se encuentran. Por lo tanto, la astrología no tiene una base científica sólida y se considera una pseudociencia.
csl
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