El estreñimiento es un trastorno del sistema digestivo
que se manifiesta por el endurecimiento de las heces y por la falta de
evacuación.
Este trastorno puede formar parte de un síntoma de varias
enfermedades, que deberán ser tratadas en su propio contexto y de la manera más
profesional posible.
No es el alcance de este post tratar el estreñimiento
como un síntoma, sino como un trastorno de origen alimentario y psicológico que
se puede resolver con remedios educacionales. Por tanto excluyendo el carácter
patológico, plantearé el remedio al trastorno con una habituación de tipo
alimentaria y con una relajación psicológica en la que no se darán pautas
específicas.
Con carácter muy genérico, en países desarrollados se pueden
manejar las siguientes cifras en cuanto al estreñimiento. Este trastorno lo
sufre sobre el 20% de la población y de esta cantidad el 75% afecta a mujeres.
El 80% de este total es de origen alimentario y un 20% de
origen psicológico o nervioso. La mayor parte de las veces esta diferenciación
entre alimentario y psicológico no son diagnósticos separados y únicos sino que
interactúan, de modo que toda persona estará afectada en una proporción
determinada de cada uno de estos componentes, que como podrán comprender, es
muy difícil de determinar.
Hay varios términos que ya hemos manejado y que nos
pueden dar una pista sobre lo que queremos decir:
“origen alimentario”
“origen psicológico, nervioso”
“países desarrollados”
El problema tiene que ver con la alimentación,
principalmente en los países desarrollados y que se incrementa por cuestiones
de tipo psicológico y nervioso.
Podemos entender que en los países desarrollados hemos
experimentado un cambio de hábitos alimenticios, en cuanto a diversidad, a
manejo de los alimentos que nos permiten conservarlos más tiempo, más fáciles
de cocinar, alimentos precocinados, pre-elaborados, procesados y modificados, para
disponer de ellos en el plato en el menor tiempo posible y de la forma más
fácil posible.
También entendemos que vivimos en un mundo más rápido, más
estresante y más angustioso en el que saboreamos poco las muchas cosas que
tenemos o que queremos tener. Una mayor presión de las normas sociales que nos
exigen una imagen y un saber estar estereotipado que nos produce un estado de
alerta inconsciente, un punto de tensión constante.
Bien pues hay personas que no toleran bien estas
situaciones por su sensibilidad orgánica y psicológica y una de sus
manifestaciones es el trastorno del estreñimiento.
¿Qué estamos haciendo mal?
Principalmente nos estamos alimentando mal y estamos
dando demasiada importancia a la “necesidad” de consumo y a “obligaciones” en
los comportamientos sociales.
¿Cómo lo resolvemos?
Con una buena alimentación (no confundir con una
alimentación cara) y un cierto relajo en las obligaciones autoimpuestas y en la
tenencia de las cosas.
La mayor parte de las veces nos encontramos en una
situación en la que llevamos un cierto tiempo, y un cierto empeño en dar con
alguna solución a nuestro problema y esto en el tiempo puede suponer años.
Determinadas dietas, tipos de laxantes, medicamentos milagrosos, los buenos
consejos que un día a alguien le funcionó durante un tiempo, etc. Nadie mejor
que el que lo padece lo sabe.
Por tanto, sin llegar a este plazo, las soluciones aquí
propuestas se regularán en semanas. No es cosa de un día para otro.
Es importante estar convencidos para alcanzar una
solución y para convencer hay que explicar. Principalmente porque cuando
llevamos a cabo esta solución pondremos el foco de nuestra atención en ella y
si los resultados no son inmediatos podemos confundirla con otras soluciones ya
probadas sin éxito y abandonar.
El
sistema digestivo humano.
Como todo el mundo conoce, el sistema digestivo humano comienza
en la boca y termina en el ano, entre una y otro existe un largo tubo que
contiene un órgano, el estómago, y conexiones con otros órganos que le inyectan
substancias químicas para descomponer los alimentos, en un proceso que llamamos
Digestión.
Desde el punto de vista físico el bolo alimenticio tiene
que pasar a través del tubo digestivo haciendo todo su recorrido. Para ello el
bolo alimenticio lo fabricamos aportándole hidratación y mucosa para que quede
con una textura plástica y maleable.
Para que avance por el tubo el bolo alimenticio, no lo
hace por gravedad, sino que utiliza los músculos de los que dispone el tubo
contrayéndose y relajándose, como si apretáramos progresivamente una manguera
para quitarle el agua. Es lo que se denominan movimientos peristálticos.
Estos movimientos peristálticos son involuntarios y están
controlados por un sistema que se llama parasimpático. Lo mismo ocurre con los
latidos del corazón o la respiración. Ello no significa que siempre se muevan
de la misma forma y con la misma frecuencia. Quiero decir que determinadas
circunstancias hacen que el corazón y respiración se aceleren cuando recibimos
un susto o que los movimientos peristálticos y la digestión se paren.
Flora intestinal.
La flora intestinal son el conjunto de bacterias que
viven en el intestino, algunas de ellas proceden de los alimentos y otras de la
simbiosis. La mayor parte de ellas son beneficiosas para la salud y disponemos
de unas 2000 especies bacterianas. Ayudan a la absorción de nutrientes y forman
un ecosistema complejo que se auto regula y se mantiene en equilibrio. Los
efectos colaterales más significativos son la producción de gases.
En el intestino de los recién nacidos no hay
microorganismos y por efecto del calostro (primera substancia serosa de la
lactancia) y la leche materna, vamos introduciendo en el sistema digestivo una
flora bacteriana que se completa en fases posteriores con la ingesta de los
alimentos variados, creando una flora bacteriana propia de cada individuo.
Como resulta lógico pensar la administración de
antibióticos pueden destruir parte de esta flora produciendo un desequilibrio.
También podemos razonar que si parte de la flora procede
de los alimentos la variedad de los mismos la enriquece. Y especial atención a
la limpieza de los alimentos cuando los consumimos crudos para no introducir
bacterias indeseables en nuestro intestino.
Por tanto hemos de pensar que las substancias químicas y
la flora bacteriológica son los principales elementos que intervienen sobre los
alimentos en su tránsito intestinal.
La
boca.
Desde el punto de vista químico, la Digestión comienza en
la boca, en ella introducimos los alimentos los convertimos en partículas
pequeñas y les añadimos humedad y mucosa a través de la saliva, logrando crear
un bolo con esa textura plástica de la que hablábamos.
La saliva contiene sustancias químicas (ptialina) que
reaccionan con los alimentos. P.Ej. si introducimos un trozo de pan en la boca,
el almidón de los cereales con el que está hecho el pan que en química llamamos
polisacárido, es decir un azúcar complejo que no tiene sabor dulce, se empieza
a descomponer en monosacáridos, por la acción del ensalivado, es decir azucares
simples que ya tienen la propiedad de sabor dulce.
Veréis, lo que os cuento ahora es una práctica perdida
que fue utilizada no hace mucho tiempo. Muchas madres cuidando a sus hijos en
edad de “salirles los dientes”, estos estaban muy rallantes e incomodos con las
encías rojas e inflamadas y con una gran salivación. Para calmarles les daban
un trozo de corteza de pan para que ellos mordisquearan. Bien pues esta corteza
de pan mordisqueada y ensalivada volvía a la madre que la metía en su boca,
notando que ahora el pan estaba dulce. Las enzimas de la saliva ya habían hecho
su efecto. Así eran nuestras madres.
La masticación e insalivación logra dos objetivos:
El físico, atomizar, mezclar, aportar humedad y mucosa.
El químico, comienza la descomposición de los alimentos
por las enzimas salivares.
El resultado un bolo alimenticio plástico, que en la
acción de tragar pasa a otra etapa y que favorece el avance por los movimientos
peristálticos.
¿Cuánto tardamos en la masticación de un trago?, unos 30
segundos.
En esta fase es importante la buena masticación e insalivación,
para ello hace falta tiempo y una cierta tranquilidad.
El
esófago.
Consiste en un tubo de unos 30 cms. que comunica la boca
con el estómago. Este tubo es como una tubería vacía cuyas paredes están
plegadas, en contacto, solo se abren cuando pasa el bolo alimenticio y según
pasa se vuelven a juntar, no es un tubo abierto, por el lado de la boca dispone
de la epiglotis en la faringe, como una especie de válvula que está en un modo
cuando respiramos y en otro cuando tragamos, ya que por la boca hacemos las dos
funciones respirar y tragar. En el lado del estómago dispone de una válvula de
esfínter (circular sobre el tubo, que contraída está cerrada y relajada
abierta) que llamamos cardias.
La función del esófago es llevar el bolo alimenticio de
la boca al estomago gracias a los movimientos peristálticos u ondas
peristálticas. No se le aporta al bolo ninguna substancia química.
¿Cuánto tarda el bolo alimenticio en pasar por el
esófago?, unos 10 segundos.
En esta fase nosotros no intervenimos voluntariamente.
El estómago.
Consiste en un saco de una capacidad de 1,5 litros y una
longitud de unos 25 cms., compuesto de una capa mucosa que produce moco, ácido
clorhídrico y enzimas digestivos y una capa de
músculos enérgicos.
Se encarga de descomponer más el bolo alimenticio por las
substancias químicas y la acción mecánica de sus contracciones, convirtiéndola
en una papilla. A partir de esta fase el bolo alimenticio lo llamamos quimo. Cuando
la papilla tiene un cierto grado de acidez y otras consideraciones, el quimo
obtenido en el estómago sale de este a través de una válvula (píloro) al
intestino delgado.
En este órgano se produce la digestión de las proteínas y
de los lípidos, pero no de los carbohidratos.
El estómago está limitado por el lado del esófago por el
cardias y por el lado de la salida del quimo por el píloro, que es otra válvula
tipo esfínter que lo comunica con el intestino delgado (parte duodeno).
Si el cardias no cierra bien, se puede producir un
retorno del bolo en proceso de quimo mezclado con ácido que nos produce “ardor
de estómago”. En ocasiones debido a la presencia de una bacteria “Helicobacter
pylori” y al ácido clorhídrico se produce un daño en las capas musculares del
estómago, provocando una llaga, una úlcera.
¿Cuánto tiempo tarda el estómago en hacer su función?,
pues dependiendo de la cantidad de proteínas que contenga el bolo alimenticio,
de 1 a 5 horas.
En esta fase nosotros podemos intervenir con reposo para
favorecer las funciones de la digestión en el estómago, pero su funcionamiento
y pase a la siguiente fase es involuntario.
Intestino
delgado.
Consiste en un tubo de unos 3 mts. de longitud acomodado
en el saco peritoneal. Comienza en el estómago (válvula píloro) y finaliza en
el ciego (válvula ileocecal - conexión con el intestino grueso). Tiene
numerosos pliegues que hacen que el
quimo prácticamente recorra 6 metros en su tránsito hasta la siguiente fase.
Interiormente está cubierto de vellosidades intestinales y microvellosidades
que le hacen cumplir su función, es decir la absorción de substancias.
Lo dividimos en tres partes el duodeno, el yeyuno y el
íleon.
El
duodeno.
Tiene una forma de C, comienza en el píloro y finaliza en
la flexura duodenoyeyunal, que lo separa del yeyuno.
En él se producen aportes de substancias químicas
provenientes del hígado (la bilis) y del páncreas (jugos pancreáticos), estas
substancias reaccionan con el quimo recién salido del estómago produciendo
moléculas más pequeñas que ya pueden ser útiles para la nutrición,
produciéndose entonces el comienzo de la absorción de vitaminas, minerales y
nutrientes.
Cambia la composición química del quimo comenzando la
absorción de substancias.
Debido a la proximidad del estómago, por tanto
acidificación y presencia de bacterias helicobacter pylori, se dan casos de
úlceras duodenales.
El Yeyuno.
Se encuentra entre el duodeno e íleon, aporta jugos
intestinales que descomponen aún más las proteínas en aminoácidos, los lípidos
(grasas) e hidratos de carbono (azúcares). Las vellosidades intestinales
absorben estas substancias traspasándolas al torrente sanguíneo.
Desde el punto de vista químico en esta fase de gran
absorción el quimo se va empobreciendo de nutrientes.
El
Íleon.
Se encuentra entre el yeyuno y el comienzo del intestino
grueso. Se absorben vitamina B12 y sales biliares. El quimo deja de ser ácido.
Lo separa del intestino grueso por la válvula ileocecal.
Intestino
grueso.
Como su nombre indica es un tubo muscular más grueso que
el delgado y una longitud de 1,5 mts. , continúa absorbiendo agua y minerales y
hace la función de almacén de las heces.
Lo dividimos en las siguientes partes, ciego, colon
ascendente, colon transversal y colon descendente.
Ciego.
Comienza en el íleon, tiene un divertículo que se llama apéndice
vermiforme (forma de gusano) y se dan casos de inflamación de este apéndice que
desembocan en apendicitis, si por consecuencia de la inflamación la apéndice se
rompiera, origina lo que llamamos peritonitis, pues está dentro del saco
peritoneal lo que supone una infección que requiere una atención urgente.
Colon
32 horas desde la ingesta el quimo pasa a llamarse quilo
y entra en el colon, en él se producen absorciones de agua y por la acción
bacteriológica, se sintetizan vitamina K y ácido fólico.
Generan metano en forma gaseosa, parte se absorbe y parte
se libera al exterior (ventosidades).
Recto.
Imagen.
Es el último tramo del tubo digestivo, tiene una longitud
de 15 cms. Recibe del colon los materiales de desecho (heces) para ser
expulsados a través del ano.
Las heces se acumulan en la ampolla rectal que se va
estirando según van entrando las heces, esto provoca la necesidad de evacuar
debido a la acción de los receptores de estiramiento del sistema nervioso
vegetativo.
Si se inhibe esta señal de defecar, la ampolla rectal
sigue absorbiendo agua, haciendo las heces más duras.
En el ano existen dos tipos de esfínteres, el interno y
el externo.
El interno es el responsable del mantenimiento de la
presión basal de reposo del canal anal, esta actividad no es registrada en
forma consciente.
El externo es un músculo estriado y voluntario. La
contracción de este músculo puede durar hasta 60 segundos, después de este
tiempo presenta fatiga. Este músculo es el que nos permite aguantar o retener
la necesidad de evacuar a través de contracciones voluntarias, lo que significa
que podemos controlarlo.
Otra función anal es la sensibilidad que nos permite de
forma consciente e inconsciente identificar la presencia de gases, líquido o
sólido.
Una vez terminada la acción de defecar, se produce una
contracción del esfínter externo y del puborrectal.
Conclusiones.
La digestión comienza en la boca, insalivar adecuadamente
favorece el comienzo de la digestión y ayuda a sentir la sensación de saciedad.
Es importante incorporar unos periodos de sosiego en nuestras
vidas cuando comemos y reposo en las 3 horas siguientes.
La descomposición del bolo alimenticio, quimo y quilo se
produce por los aportes de substancias químicas y por la diversidad de
bacterias en nuestra flora bacteriana.
Solo tenemos control voluntario del tránsito intestinal
al principio y al final, en el momento de la deglución (tragar) y en el momento
de la defecación (percepción de las señales de estiramiento del recto) que nos
permite decidir abrir los esfínteres o inhibir esta señal.
Para la alimentación en general, siempre buscamos una
frase que de manera magistral resuma el mucho parloteo y nos sirva como
referencia.
Podría ser esta. La mejor manera de alimentarse es comer
en lo posible de todo (variado) y poco (escaso, quedando siempre con hambre).
Tan sencillo como difícil.
Una vez explicado el contexto, pasemos a las
recomendaciones.
¿Cómo resolver el trastorno?
Csl.
Continúa en Curar estreñimiento 2 – Argumentaciones.
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