La inteligencia artificial (IA) tiene el potencial de abordar algunos de los mayores desafíos que enfrenta el campo de la educación, desarrollar prácticas de enseñanza y aprendizaje innovadoras y acelerar el progreso en la consecución del ODS 4. La IA puede ayudar a reducir las dificultades de acceso al aprendizaje, automatizar los procesos de gestión y optimizar los métodos que permiten mejorar los resultados en el aprendizaje.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible: 2015-2030
2030 Agenda for Sustainable Development En septiembre de 2015, en la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible que se celebró en Nueva York, los Estados Miembros aprobaron oficialmente la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030. La Agenda contiene 17 objetivos, entre los que figura el nuevo objetivo de educación mundial (ODS4). Este objetivo consiste en ‘garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos y tiene siete metas y tres medios de ejecución.
Este objetivo se acordó mediante un intenso proceso de consultas coordinado por los Estados Miembros, pero con amplia participación de la sociedad civil, los docentes, los sindicatos, las entidades bilaterales, las organizaciones regionales, el sector privado, y las fundaciones e institutos de investigación.
El mandato de la UNESCO exige intrínsecamente un enfoque de la IA centrado en el ser humano.
Los rápidos avances tecnológicos en Inteligencia Artificial (IA), así como otras tecnologías en desarrollo como la robótica, la computación en la nube y el Internet de las cosas, están transformando disciplinas, economías e industrias, y desafiando las ideas sobre lo que significa ser humano.
La IA tiene un enorme potencial para el bien social y la promoción de la consecución de los ODS si se desarrolla de una manera que beneficie a la humanidad, respete las normas y estándares mundiales y esté anclada en la paz y el desarrollo.
Su objetivo es incluir el papel desempeñado por la IA en la solución de las desigualdades actuales en materia de acceso al conocimiento, la investigación y la diversidad de las expresiones culturales, y garantizar que la IA no amplíe la brecha tecnológica dentro de los países y entre ellos.
Además, la UNESCO ha elaborado, en el marco del Consenso de Beijing, una publicación destinada a fomentar la preparación de los responsables de formular políticas educativas en materia de inteligencia artificial. Esta publicación, Inteligencia artificial: guía para las personas a cargo de formular políticas, será de interés para los profesionales de las comunidades educativas y de elaboración de políticas. Su objetivo es favorecer la comprensión compartida de las oportunidades y desafíos que la IA proporciona a la educación, así como sus implicaciones para las competencias básicas necesarias en la era de la IA.
La relación entre la IA y la educación se divide en tres áreas: aprender con la IA (por ejemplo, utilizando herramientas de IA en las aulas), aprender sobre la IA (sus tecnologías y técnicas) y prepararse para la IA (por ejemplo, permitir que todos los ciudadanos comprendan la repercusión potencial de la IA en la vida humana).
La UNESCO está decidida a ayudar a los Estados Miembros para que saquen provecho del potencial de las tecnologías de la IA con miras a la consecución de la Agenda de Educación 2030, a la vez que garantiza que la utilización de las tecnologías de la IA en el contexto educativo esté regida por los principios fundamentales de inclusión y equidad.
Mediante sus proyectos, la UNESCO afirma que el despliegue de las tecnologías de IA en la educación debe tener como objetivo mejorar las capacidades humanas y proteger los derechos humanos para una colaboración eficaz entre el hombre y la máquina en la vida, el aprendizaje y el trabajo, y para el desarrollo sostenible. Junto con los asociados, las organizaciones internacionales y los valores clave que la UNESCO tiene como pilares de su mandato, la UNESCO espera reforzar su papel de liderazgo en la IA en la educación, como laboratorio mundial de ideas, órgano normativo, asesor de políticas y agente creador de capacidades.
Aunque la IA tiene un gran potencial para mejorar la educación, también presenta algunos riesgos y desafíos. Uno de los mayores contras de la IA en la educación es que puede deshumanizar la experiencia de aprendizaje. Con algoritmos de IA que generan contenidos y deciden el ritmo de las lecciones, los alumnos pueden perderse el enfoque matizado que puede ofrecer un profesor humano. Por lo tanto, es importante que la IA se utilice de manera responsable y ética en el ámbito educativo.
csl
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