Foto de Maksym Pozniak-Haraburda en Unsplash
El proceso de sometimiento,
vejaciones y anulación del reconocimiento a otros socialmente iguales como
personas, en el tiempo (décadas, generaciones condenadas a priori) basado en la
injusticia acaba convirtiéndose en el peor de tus sueños. Esto podría ser lo
que los israelíes podrían considerar de lo que está ocurriendo. Aunque algunos
poderosos los estarán convenciendo de otra cosa.
Ante diversas preguntas
realizadas en el sentido de. “Lo merecido para un abusón o comportamientos
duros, mantenidos en el tiempo o imposición de poder y fuerza con violencia”;
las respuestas son de este estilo. Todo en positivo
A partir de ese día, el
abusón comenzó a cambiar. Dejó de ser un abusón y se disculpó sinceramente con
aquellos a los que había lastimado. Gradualmente, se convirtió en un amigo más
amable y solidario, ganándose la confianza de sus compañeros. La historia de su
transformación inspiró a otros abusones a reflexionar sobre sus acciones y
cambiar su comportamiento.
Este ejemplo muestra cómo el
acto de darle a un abusón su merecido no siempre implica venganza o violencia,
sino que puede llevar a una transformación psicológica en la persona, haciendo
que se dé cuenta de las consecuencias de sus acciones y que cambie para mejor.
La persona del
comportamiento desalmado decidió dar un giro a su vida. Se disculpó con sus
vecinos y prometió cambiar. Gradualmente, comenzó a participar en actividades
de la comunidad y a ser más considerada con los demás. Con el tiempo, se ganó
la confianza y el respeto de sus vecinos, y su vida se volvió mucho más
positiva y significativa.
Esta historia muestra cómo,
en algunos casos, cuando se enfrenta a un comportamiento reiterado y desalmado,
aplicar consecuencias adecuadas puede llevar a una reflexión profunda y un
cambio positivo en la persona involucrada. En este caso, el protagonista
finalmente reconoció la necesidad de cambiar su actitud y se convirtió en una mejor
versión de sí mismo.
Sin embargo, también es
importante destacar que la satisfacción de ver a los agresores escarmentados
debe ser equilibrada con la preocupación por el proceso de rehabilitación y la
posibilidad de que las sanciones se utilicen de manera justa y proporcionada.
La justicia no siempre implica venganza, y el enfoque ideal debe ser la
restauración y la prevención, además de la justa rendición de cuentas.
Concluyendo, la alegría de
los agraviados al ver que aquellos que abusan de su poder y recurren a la
violencia enfrentan consecuencias es comprensible desde la perspectiva de la
justicia y la reparación. Sin embargo, es esencial que este sentimiento se
combine con la búsqueda de soluciones constructivas, la rehabilitación de los
agresores y la prevención de futuros abusos.
Las mejores intenciones nos
dicen y recomiendan acciones pacíficas y constructivas, cuando preguntas por el
abuso, el comportamiento duro e inadecuado, la imposición por el poder y la
fuerza con violencia aunque tiene mucho de guion de Hollywood, facilón y
edulcorado, vamos no candidatos a ”Oscar”.
Esto está sacado de la mejor
de las intenciones, que por lo que veo, es mucho mejor que la realidad. Veréis.
El 7 de octubre Hamás
respondió a Israel de manera contundente con un balance de consecuencias, antes
no vistas.
2 días después USA,
manifiesta estar incondicionalmente con Israel y envía un portaaviones al
mediterráneo.
¿Qué nos hemos perdido? Es
otra película.
Tened en cuenta que el
relato puede ser muy perverso. ¿Cómo comenzamos?
Israel tiene el derecho de
defenderse. ¿Defenderse de quién?
Sabéis como se vive en la
franja de Gaza desde hace 30 años.
La Agencia de Naciones
Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) define Gaza
como un lugar "inhabitable".
En poco más de la mitad de
Madrid- residen unos dos millones de personas, lo que le hace tener una de las
tasas de densidad de población de las más altas del mundo. Esto se debe en
parte a la alta natalidad, una de las mayores del planeta, en un territorio
donde casi la mitad de la población tiene menos de 14 años.
Alrededor de un millón y
medio de los habitantes de Gaza son refugiados palestinos, de los cuales un
millón reside en campos de refugiados. Se reparten entre ocho campos que la ONU
describe como “ciudades de tiendas de campaña”. Estos campamentos están
caracterizados por "altas concentraciones de pobreza y hacinamiento
extremo", como explica la organización. Miles de ellos son personas que
trabajaban en Israel pero que con el bloqueo israelí de 2007 perdieron sus
empleos. Hasta el 80% de su población depende de la ayuda de las organizaciones
humanitarias para seguir adelante. Fte. Elperiodico.com
La inmensa mayoría de la
población gazidí vive gracias a la ayuda humanitaria.
Quien se defiende de quien.
La violencia no es la
solución. ¿Es aceptable y proporcional la respuesta?
Una persona muy próxima y
querida me dice, pero como una sociedad como la israelí, qué pasó lo que pasó,
puede comportarse de esta manera. Al final hacemos bueno el dicho “Ni sirvas a
quien sirvió, ni pidas a quien pidió”.
csl