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Cuando ya se acaban los adjetivos, las sorpresas, las esperanzas, las creencias en las sociedades, en la venta de sus valores. Cuando el descredito y la hipocresía internacional (USA y Europa occidental) es de tal magnitud que impide la reconciliación con la sociedad y el sistema que nos han vendido, ahora sí, nos lo han vendido. Nos han dado gratis “el vale todo” porque a la ONU la han desvalorizado a términos inimaginables. Aun así, bien por Antonio Guterres, por Albanese, por la UNRWA y por World Central Kitchen.
Y no sabemos si Israel está maniobrando para provocar un conflicto extensivo muy peligroso para poder desatascar el agujero en el que se ha metido, provocando a Irán o no.
No sabemos nada, solo que las victimas crecen. Inocentes mueren en un daño irreversible probablemente evitable. Y esto no tiene espera y poco perdón. Hay quien puede pararlo y no lo hace, eso lo convierte en cómplice, es como si también apretara el gatillo. No es admisible, ni como daño colateral, el que voluntarios dispuestos a ayudar a que personas no mueran de hambre sean atacados y muertos, como hemos visto.
¿Quién puede hablar ahora y hoy del holocausto judío? ¿Quiénes eran esos seres? ¿Quiénes son hoy esos seres?
Ya se han desnudado y están mostrando sus vergüenzas a quien quiera verlas.
Después de lo qué hacen. ¿Como se puede ir por el mundo diciendo quién eres?
A pesar de las bajas y del lado de las bajas, los qué se creen ganadores, Ya han perdido.
csl