- Vivimos en un mundo desigual e injusto -
¡ Lo denuncia la comunicación global !
Cuantas veces nos estremecieron los ojos grandes y tristes de los niños que sufren desnutrición severa y aún conservamos en nuestras retinas.
Los llantos y gritos por su precaria salud que se pierden en el vacío que atronaron algún día nuestros oídos.
Madres y padres con sus hijos desmayados en sus regazos con la duda, si vivos o muertos, que conmovieron nuestro interior por su expresión reflejada en su impotencia y dolor.
Ese tiempo de reflexión que nosotros tenemos y ellos no, sea el que nos movilice desde nuestra comodidad en ese sano ejercicio de humildad, con lo que podemos hacer.
¡Colaborar!
Para llevar la alegría a esos ojos tristes, la esperanza y el alivio a esa expresión rota.
Todos conocemos que la vida que vivimos en nuestro mundo es muy diferente a la vida que se vive en "otros mundos". Si estamos satisfechos con ella e intuimos, por lo que conocemos, como viven en otros mundos, sentimos una cierta obligación a procurar que la de ellos se parezca algo a la nuestra, superando lo que nosotros ya hemos superado y calmar en lo posible el dolor, el hambre, la inquietud.
Es por esta razón por la que demandamos de vosotros esta sensibilidad individual, sabiendo que entre muchos podemos actuar para paliar el dolor, el hambre y la inquietud.
Puede hasta ser otra forma de luchar contra la inmigración y el terrorismo que parece amenazar nuestro "estado de bienestar". Dándoles el mejor tratamiento humanitario. Invirtiendo en ellos.
Lo poco para nosotros es mucho para ellos.
La contribución económica permite elegir las prioridades de sus necesidades.
Si no puede ser, que sepan al menos que estamos ahí.
Llevémosles un poco de democracia global.
Un poco de justicia global.
Un poco de bienestar global.
En nuestras manos está la posibilidad de un mundo mejor.
No es fácil aquí menos allí.
Sí queremos podemos.
© csl.
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