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De repente nos dimos cuenta que además de lo fisiológico
tenemos una parte mental que estando relacionada con la física merece nuestra
atención y cuidado. Hagamos el camino inverso desde la necesidad hasta la
solución.
Actualmente comenzamos a padecer situaciones mentales que
comprometen nuestro estilo de vida, incluso nuestra vida, y términos como
estrés, depresión, recaída en depresión, angustia, pánico, etc. se hacen
comunes en nuestras conversaciones, porque o las padecemos o sabemos de alguien
que las padece.
Atender la salud mental, es algo básico en el sistema de
salud, pero el sistema de salud no quiere saber nada de la salud mental, por
esa razón, la atención primaria no dispone de profesionales que puedan atender
esa necesidad que cada vez se hará mas grande. Sin embargo, no tenemos más que
mirar hacia países con gran tradición de atención psicológica y psiquiátrica,
como es USA para hacernos una idea de la magnitud de lo que hablamos.
Las situaciones mentales que describimos como depresión,
estrés, angustia, pánico, …, se tratan con psicofármacos, antidepresivos, pero
realmente el origen del problema no es físico, es mental, por esa razón y de
forma incomprensible para el que la padece, recae cuando deja de tomar la
medicación y aquí es donde entran en juego los programas asociados a la mente,
que aprendemos a conocer a través de una disciplina muy saludable, como es la
meditación, y si la queremos despojar del ámbito religioso el mindfulness es
una buena elección, pues aunque se inspire en las prácticas de las tradiciones
religiosas budistas es muy respetuosa con su uso laico.
El mindfulness es pues la práctica que nos puede enseñar
nuestra mente y como funciona a través de técnicas, ejercicios y prácticas que
nos permitirán de forma introspectiva y única ver la forma en la que nos
relacionamos con los acontecimientos mentales que en alguna ocasión nos provocan
estados incapacitantes que necesitan de tratamiento farmacológico.
El conocer las causas de las situaciones mentales
incapacitantes, da lugar a que la solución mas definitiva a estas situaciones
se encuentre en nuestras manos. Por ello se han desarrollado en el mundo donde llevan
años atendiendo la salud mental, programas asociados a la práctica de la
meditación mindfulness que ayudan a los pacientes de estas situaciones a
encontrar solución.
Estos programas con ligeras modificaciones y enfoques
son:
Mindfulness para la reducción de estrés (MBSR), se trata de entre 8 y 10 sesiones semanales de unas dos
horas de duración, con ejercicios y prácticas diarias para realizar en casa
durante la semana.
Terapia cognitiva basada en Mindfulness para la recaída
en la depresión (MBCT), se trata de 8 sesiones semanales de unas dos horas de
duración, con ejercicios y prácticas diarias para realizar en casa durante la
semana
Mindfulness y la autocompasión para la resiliencia
emocional (MSC), se trata de 8 sesiones semanales de unas dos horas de
duración, con ejercicios y prácticas diarias para realizar en casa durante la
semana, en algún caso se incluye alguna sesión de retiro.
Para la realización de estos programas se requiere un
compromiso firme por parte del participante en seguir las instrucciones y los
trabajos en casa. Son efectivos, pero exigentes y esforzados de cumplir.
¡Te cambian la vida!
csl.